domingo, 7 de marzo de 2010

La soberanía y los medios de comunicación

Las autoridades públicas de los países han perdido capacidad de influencia a la hora de diseñar el modelo político y social en las respectivas sociedades nacionales y se enfrentan a la imposibilidad de controlar la actividad de los grandes grupos empresariales y financieros.[1] En general, estos hechos se deben a muchos factores como: la difuminación de las fronteras entre los Estados, la reducción de distancias gracias a la tecnología y el poder económico que han alcanzado las empresas. Sin embargo, en el caso de las empresas que controlan los medios de comunicación hay un factor que interviene para que este sector se haya hecho muy poderoso, incluso llegándosele a denominar cuarto poder. Este factor es la influencia que pueden ejercer sobre la masa, la cual se debe a la capacidad que tienen de enfocar la atención del público en temas definidos pudiendo dejar otros de lado, y de esta manera intervenir en el proceso de toma de decisiones de los espectadores. Este efecto hace que los actores políticos estén en constante pugna entre ellos para obtener estos espacios y que hagan concesiones a estas empresas para poder aparecer en los medios.[2] Esto ocasiona que se vea limitada la soberanía de los estados porque el sistema de medios se convierte en un poder nuevo que marca las pautas de acción de los poderes tradicionales en la medida en que los obliga a jugar en sus escenarios y bajo sus reglas”.[3]
Según Luis Miguel Hinojosa, en su artículo “Globalización y Soberanía de los Estados”, este vaciamiento de soberanía interna (cuando la capacidad del Estado para tomar decisiones se ve influida por otros actores) no se centra únicamente en la definición de las normas, sino también en el control de su cumplimiento. [4] Esto es claro en el caso de México que cuenta con los derechos formales para que funcione adecuadamente la relación gobierno/medios/ sociedad: un acceso amplio a los actores sociales a medios independientes del poder político y libertad de expresión garantizada como derecho fundamental para todos. Sin embargo, el problema radica en que el gobierno no ha regulado su acatamiento al permitir que el sistema mediático limite el acceso equitativo a los medios y administre las libertades de expresión sin normas claras. [5]
Como dije en el artículo pasado, la liberalización que sufrió el país desde finales de la década de los 70’s limitó el poder del Ejecutivo dejando amplios vacios que han sido llenados por actores económicos. Esto no quiere decir que México no siga siendo soberano, ya que cuenta con la competencia de autonomía en la dirección de su política exterior y con el monopolio legítimo e la coacción, pero si implica que la soberanía se ve limitada y la democracia se puede ver afectada al ser reducido el espacio de lo público a unos cuantos actores.

Fuente:
[1] Hinojosa Martínez, Luis Miguel. Globalización y soberanía de los Estados. En http://www.reei.org/reei%2010/LM.Hinojosa%20Martinez(reei10).pdf p.2-5
[2] Carreño Carlon Carlos "Como entender los medios de comunicación" p.21
[3] Alvarez, Jesus Timoteo. Gestión del poder diluido: la construcción de la sociedad mediatica (1984-2004) P. 67
[4] Hinojosa Martínez, Luis Miguel. Globalización y soberanía de los Estados. En http://www.reei.org/reei%2010/LM.Hinojosa%20Martinez(reei10).pdfPág. p. 6-7
[5] Carreño Carlon, Carlos "Para entender los medios de comunicación" P. 39

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